viernes, 25 de noviembre de 2016

OTOÑO

Ya que estamos en esta época del año tan maravillosa, quiero compartir un poema del autor más representativo del modernismo: Rubén Dario.



El alma ahíta cruel inmola 
lo que la alegra, 
como Zingua, reina de Angola, 
lúbrica negra. 

Tú has gozado de la hora amable, 
y oyes después 
la imprecación del formidable 
Eclesiastés. 

El domingo de amor te hechiza; 
mas mira cómo 
llega el miércoles de ceniza; 
Memento, homo... 

Por eso hacia el florido monte 
las almas van, 
y se explican Anacreonte 
y Omar Kayam. 

Huyendo del mal, de improviso 
se entra en el mal, 
por la puerta del paraíso 
artificial. 

Y no obstante la vida es bella, 
por poseer 
la perla, la rosa, la estrella 
y la mujer. 

Lucifer brilla. Canta el ronco 
mar. Y se pierde 
Silvano, oculto tras el tronco 

del haya verde. 

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